Yo sé que la moda de hoy marca otra cosa (bueeeno, sé... sospecho). Sé que hay carradas de mujeres que aman la ropa hasta la cintura. No es mi caso. Yo adoré el momento en que aparecieron los pantalones que no se clavaban contra mis costillas en las mañanas de escuela. Sin embargo, no es eso lo importante acá. Pasa que cada vez que se arma esta charla, quienes detestan los pantalones más cómodos que yo haya usado los culpan de cambiar el cuerpo de las mujeres. Desde que empezamos a usar el tiro bajo perdimos la cintura y ganamos flotadores. Chicas, sinceridad ante todo. Eso nos pasa por comer no por cambiar de pantalones.
Al fin y al cabo, si en cinco años mutara toda la raza, las mujeres ya naceríamos sin necesidad de depilación.