Madre y Café absortas en torno a una latita verde y roja con caramelos. Café intenta insistentemente abrir un masticable para hincarle el diente. La golosina opone resistencia.
Café: no, no... no lo suelta! está pegadopegado el papel este.
Madre: y si son viejos! son de navidad, por qué te pensás que la lata es de esos colores?
Café: igual, no lo puedo desenvolver.
Madre: hacé como yo que me comí uno con la mitad del papel incluida. Total... qué diferencia puede haber entre el papel de un caramelo y un cacho de lechuga? Todo es celulosa.
Café: no, no... no lo suelta! está pegadopegado el papel este.
Madre: y si son viejos! son de navidad, por qué te pensás que la lata es de esos colores?
Café: igual, no lo puedo desenvolver.
Madre: hacé como yo que me comí uno con la mitad del papel incluida. Total... qué diferencia puede haber entre el papel de un caramelo y un cacho de lechuga? Todo es celulosa.
Batallé tres minutos más... y bueno, nada...
¡estaba rico!
¡estaba rico!
4 en el mejunje:
Yo tambien me he resignado a comer los caramelos con papel cuando no se dignaban a abrirse. No es tan malo, solo hay que acordarse de escupir el papel despues
Café... cuánta miseria en la casa de tu madre!
Nunca una torta... unos bombones...¡¡caramelos viejos tiene para invitarlos!!
Bueno, por lo menos se los come ella también... conozco gente que a los invitados les da caramelos viejos y ellos, a escondidas, se comen los bombones de fruta!
Cuantos palitos de la selva me habre comido con papel jajaja, no se porque antes era imposible sacarles el papel jejeje
Ahhhhh!!!!!! pero Felipe! avisame antes que el papel había que escupirlo!
No! Madre no haría una cosa así, Sole. Por otro lado, esto lo cuento porque es la excepción... si siempre nos malcría con cosas ricas!
Viste Zúlmina! Esos caramelos son imposibles de pelar!!!!!!
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